Por primera o segunda vez en 30 años viajo sola en avión. Son múltiples las razones de por qué esto es así, y varias también las que me llevan a compartirlo. Los que me conocéis más sin duda daréis con algunas respuestas, pero lo interesante es el sentido y la posibilidad y esto es lo que he elegido hacer: asistir a un encuentro de meditación, pero desde otra mirada.
Hace más o menos esa cantidad de años, mi biografía me llevó a la practica de meditación budista y a la práctica de yoga (con el paso de los años estuve en dos escuelas diferentes) Práctica que, de forma continuada y comprometida, desembocaron en un cambio importante, intenso y maravilloso en mi vida. Con él y resumiéndolo, mi vida se abrió a una nueva etapa de aprendizajes y experiencias ligadas al marco teórico espiritual de la Antroposofía, reuniendo terapia, arte y pedagogía. Amanece ahora otra etapa de la que a la vuelta espero poder dar alguna señal que sea de ayuda para otros.